Invertir va mucho más de gestionar bien, que de analizar bien. A veces tienes que comprar, aunque no creas (o “no sientas”) que la señal es fiable. Puedes realizar un pésimo análisis y no perder e incluso ganar dinero, y puedes realizar un buen análisis pero no sacarle apenas rendimiento (o incluso perder dinero). Comprender e integrar esto es la mejor señal de que ya no eres un principiante (independientemente del tiempo que lleves en bolsa). Y a menudo ocurrirá que las operaciones en las que menos creías a priori, en las que menos dinero metiste, son las que al final, te dan el mejor rendimiento, dinamizan tu cartera y “salvan” tu año.
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