Invertir bien a largo plazo conlleva fuertes dosis de "espíritu de contradicción" a la vez que requiere un pensamiento independiente y lo más objetivo posible. Esto significa que a veces hay que llevar la contraria... y otras veces hay que dejarse llevar por la corriente, aunque no estemos 100% convencidos. El momento de llevar la contraria suele ser cuando existe un claro consenso que NO se ve corroborado por los hechos. Y a veces ocurre algo sorprendente: la inercia del mercado es clara (corriente alcista por ejemplo) y el consenso es el contrario. Ahora mismo tenemos una situación de este tipo: el consenso de inversores y gestores profesionales es negativo para la bolsa, pero la inercia de las acciones es clara y objetivamente alcista. Además, existe algo todavía más marcado en los bonos... Vamos a ver cómo de impactante es el consenso ahora mismo en cuanto a los bonos y la bolsa, y lo que eso podría implicar.
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